Aceite de palma y sus usos
Nutrición y salud
Las grasas y aceites son parte esencial de la alimentación y nutrición del ser humano. Transportan una serie de nutrientes como vitaminas liposolubles (A, D, E y K), antioxidantes, ácidos grasos esenciales, colesterol y otras sustancias indispensables para la nutrición humana. Uno de los componentes químicos de una grasa o aceite son los ácidos grasos que pueden ser de tres tipos: ácidos grasos saturados, ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos poliinsaturados.
El aceite de palma es naturalmente libre de grasas trans
Las grasas saturadas (ácidos grasos saturados) más importantes en la nutrición humana son el láurico, mirístico, palmítico y esteárico.
El aceite de palma es una fuente de energía necesaria para el cuerpo que posee un balance en la proporción de ácidos grasos saturados e insaturados, con aproximadamente 44% ácido palmítico, 5% ácido esteárico (ambos saturados), 40% ácido oleico (mono insaturado), 10% ácido linoleico y 0.4% ácido linolénico (ambos poliinsaturados) (Ong 1994).Las grasas saturadas son sólidas a temperatura ambiente. El ser humano y otros organismos de sangre caliente almacenan la grasa en forma de ácido graso palmítico predominantemente y esteárico.
Las propiedades naturales del aceite de palma, por su composición de ácidos grasos saturados, le confieren una mayor estabilidad y una vida de almacenamiento más prolongada; características deseables que evitan la necesidad de hidrogenación que tienen otros aceites vegetales, evitando la producción de ácidos grasos trans o “grasas trans” asociados a riesgos de enfermedades cardiovasculares, lo que hace del aceite de palma una mejor opción para la salud.
Aceite de palma, alimento seguro
Recomendación dietética diaria de grasa
La recomendación dietética diaria de grasa para la población guatemalteca adulta se encuentra entre el 20 y el 30% por ciento de la energía dietética total. Sin embargo, se recomienda que el consumo no exceda el 25 por ciento de la energía dietética total.

(Menchú, M. et al. 2012)

La grasa saturada, asociada a productos de origen animal (manteca de cerdo, crema, mantequilla, tocino..) son las menos recomendadas por su asociación con enfermedades crónicas no transmisibles.
En la década de los 80, hubo una campaña comercial que alegaba que los aceites tropicales (aceite de palma, aceite de semilla de palma y el aceite de coco) tenían efectos negativos en la salud, principalmente en la salud cardiovascular por su alto contenido en ácidos grasos saturados, asociándolo al incremento en el colesterol sanguíneo y por tanto haciéndolo una de las causas de aterosclerosis y enfermedad cardíaca.
aceite de palma
Sin embargo, no hay evidencia contundente que muestre que el aceite de palma esté asociado a un riesgo incrementado en enfermedades coronarias del corazón. Por el contrario, evidencia científica
  1. La Asociación Americana del Corazón recomienda que debe existir un balance entre la ingesta de grasa saturada, e insaturada para mejorar la proporción de colesterol malo/ bueno. (Hayes, KCM 2002).
  2. En un estudio se evidenció que al sustituir el consumo de grasas “trans” y reemplazarlo por aceite de palma se aumenta el colesterol bueno. (Hornstra, Gerald).
  3. Al consumir aceite de palma no disminuye el colesterol total, sin embargo, aumenta la proporción de colesterol bueno, lo que hace que mejore la relación colesterol malo/bueno, y se disminuye el riesgo de enfermedad coronaria. (Wood, Randall.)