SEMINARIO Y DÍA DE CAMPO

En los últimos años, el contexto internacional del aceite de palma (ACP) ha estado expuesto a múltiples factores que han dinamizado el comportamiento de las variables de las cuales depende la producción global. Mayor presión de mercado, condiciones agro climáticas inciertas; aunque ha habido mejores precios de ACP, los costos de producción y operación han sido incrementales, entre otras.

En medio de esto, hay un elemento que se hace cada vez más relevante y necesario; esto es, la implementación de acciones preventivas y de control asociadas a mantener una óptima nutrición y sanidad vegetal del cultivo, lo cual incide no solamente en mantener e incrementar la producción de racimos de fruta fresca de palma de aceite, sino también se convierte en un seguro de la producción, por el papel que juega en la determinación de la productividad de las plantaciones de palma de aceite.

La implementación de actividades de nutrición vegetal, tales como los análisis foliares, requerimientos nutricionales, construcción de planes de fertilización, manejo fitosanitario, control de plagas y enfermedades, entre otros, pueden representar para la empresa uno de los costos más significativos en el rubro de producción; no obstante, la ejecución de planes nutricionales y de fertilización aseguran un manejo adecuado de la nutrición asegurando una producción sostenible.

De igual forma que la nutrición vegetal, la importancia de la sanidad vegetal año tras año cobra más relevancia, las inclemencias del tiempo, la disponibilidad hídrica de algunas zonas palmeras, sequías prolongadas, altas precipitaciones en poco tiempo y las lluvias erráticas en algunas zonas, son producto del impacto del cambio climático el cual causa daños al cultivo, especialmente en el desarrollo de los racimos y la diferenciación sexual de los primordios florales.

En Guatemala, alrededor del 80% de sus plantaciones dependen de las lluvias y las condiciones climáticas erráticas causan no solo adaptabilidad de las plagas y enfermedades, si no que generan condiciones que propician mayor presión de las mismas, impulsando su distribución y generando adaptación a las condiciones del entorno provocando daños significativos a largo plazo.

La nutrición y sanidad vegetal son claves para la optimización de los rendimientos del cultivo; al 2022, Guatemala se sitúa en primer lugar a nivel mundial en productividad con 25.41 tRFF/Ha nacional y durante el periodo del 2020 y 2021 se redujo en un 0.59% debido a algunas prácticas ejecutadas en el 2018 -2019 y al impacto  de las altas precipitaciones al final del 2020 (ETA e IOTA); la productividad del país denota lo que el gremio palmicultor guatemalteco está llevando a cabo en cada plantación de palma de aceite a nivel nacional.

Pero es importante analizar el contexto, conocer qué está sucediendo en otros países y tomar acción para la prevención y adaptación.

Es por ello que GREPALMA pone a su disposición un espacio de información, trasferencia de conocimientos y diálogo, a través del Seminario Agrícola “Sanidad y nutrición, claves para la mejora de la producción” en el que se compartirán experiencias y conocimientos de expertos nacionales e internacionales los cuales orientarán a los asistentes a determinar el momento oportuno de la ejecución de prácticas relacionadas a la nutrición y sanidad vegetal y por lo consiguiente le ayudará a tomar mejores decisiones para el manejo del cultivo.

¿A QUIÉN VA DIRIGIDO?

Este seminario y día de campo está dirigido a propietarios, gerentes agrícolas, administradores, técnicos, coordinadores y encargados de nutrición y sanidad vegetal, investigadores, estudiantes y demás público interesado en la importancia y aplicabilidad del manejo adecuado de la nutrición y de la sanidad vegetal en la producción de cultivo de palma de aceite.

En estos espacios podrá compartir de manera directa, con proveedores de servicios, insumos y tecnologías de casas comerciales que atienden necesidades específicas de productores de palma de aceite en Guatemala.